MSACRE POMATAMBO
Hacia fines del mes de octubre de 1986, las patrullas “Bayer” y “Rabino” de la Base contraguerrillas de Vilcashuamán y la patrulla “Búfalo” de la Base contraguerrillas de Colca llevaron a cabo un operativo en la localidad de Putaca, en el que detuvieron al presunto subversivo Severino Quispe Martínez e incautaron explosivos y propaganda subversiva. Según la confesión de Quispe Martínez, el 22 de octubre de 1986 se realizaría una reunión de la “Cuarta Escuela Popular” en la comunidad de Parcco Alto. En dicho encuentro participaría el supuesto senderista Claudio Bellido Huaytalla (alto mando del PCP-SL que respondía al apelativo de camarada “Cazely”), quien se trasladaría desde Pampa Cangallo, pasando por Pomatambo para llegar a Parcco Alto.
A partir de dicha información, el Teniente Coronel de Infantería EP Carlos Bardales Angulo, Jefe del puesto de comando de Cangallo, ordenó la salida de dos patrullas con dirección a Pomatambo y Parcco Alto con el propósito de “destruir y/o capturar” a los subversivos que se iban a encontrar en dichos lugares. Para tal fin, fue elaborado el Plan de Operaciones denominado “La Despedida-2”.
Cerca de las 3 de la tarde de la fecha señalada, la patrulla “Bayer” (procedente de la Base de Vilcashuamán), compuesta por 20 soldados bajo el mando del entonces Teniente de Infantería del EP Dante Jesús Retamal Guerra, reforzada por la patrulla “Búfalo” (procedente de la Base de Colca), conformada por 20 soldados bajo las órdenes del Teniente de Infantería del EP Miguel Marco Antonio Becerra Urbina, partió con dirección a Pomatambo. Cabe mencionar que el Teniente de la Policía de Investigaciones del Perú, Roberto Espinoza Batistini, acompañó a la patrulla “Bayer” para identificar e interrogar a los subversivos que pudieran ser detenidos.
En tanto, a las 7 de la noche, un grupo de pobladores de Pomatambo se reunía en el local comunal para organizar un campeonato deportivo que les permitiera obtener fondos para la construcción de la sede del Concejo municipal. El encuentro congregó a Antonio Najarro Soto, Presidente del Consejo de administración de Pomatambo, José Fernández Bellido, Juez de Paz, Jacinto Gutiérrez Gómez, Agente Municipal de Vilcashuamán, Eusebio Najarro Alarcón, Secretario de Economía de la Asociación de padres de familia de la escuela local, Timoteo Bautista Bellido y Manuel Remón Zea.
Cuando Luis Deodoro Castillo García, Presidente de la Asociación de Padres de Familia del Colegio de Pomatambo, se aprestaba a acudir a la reunión fue sorprendido por Claudio Bellido Huaytalla quien, apuntándole con un arma, le exigió que entregue su caballo y lo escolte a Vilcas.
Ante la negativa de Castillo, Bellido (a) Cazely lo obligó a dirigirse a la plaza de la comunidad. Aproximadamente a las 8 de la noche, el personal de las patrullas militares ingresó a Pomatambo, y en la plaza de la localidad encontró a una persona, que, al observar su llegada, intentó escapar. El Teniente EP Miguel Becerra Urbina le ordenó detenerse y, al apreciar que ignoraba su indicación, le disparó. En ese instante, también disparó el Sargento Primero EP Agustín Tuya López. Posteriormente, el Teniente PIP Roberto Espinoza Batistini se acercó al lugar donde yacía el cuerpo inerte del citado individuo y lo identificó como el subversivo Claudio Bellido Huaytalla (a) Cazely, tras compararlo con una fotografía del citado sedicioso.
Al registrar la montura del caballo con el que Bellido pretendía escapar, personal del Ejército sostuvo haber hallado un fusil de fabricación inglesa, un libro rojo de Mao Tse Tung (en cuya página del prólogo aparecía el nombre “Cazely”), una granada casera, una cacerina abastecida y una libreta con anotaciones sobre el PCP-Sendero Luminoso, nombres, seudónimos de integrantes y dos cartas de compromiso de dicha agrupación.
Es necesario precisar que no fue encontrado material subversivo. Luis Deodoro Castillo García también había sido detenido, al ser señalado por efectivos militares como integrante del PCP-Sendero Luminoso.
Casi a las 10 de la noche, los integrantes del EP se dirigieron a la comunidad de Parcco Alto, llevando a los 7 pobladores detenidos y el cuerpo de Bellido Huaytalla en el lomo de un burro. Una hora más tarde, se detuvieron en el pueblo de Huaccaña.
El 23 de octubre de 1986, alrededor de las 5 y 30 de la mañana, el grupo llegó a Parcco Alto. Inmediatamente, el Teniente Dante Retamal Guerra ordenó al Teniente Miguel Becerra Urbina que la patrulla “Búfalo” formase un cordón de seguridad alrededor del poblado para evitar una posible fuga de subversivos. Mientras tanto, la patrulla “Bayer” condujo a los 7 detenidos al local comunal.
Luego, el Teniente Retamal, acompañado por un grupo de efectivos del Ejército, irrumpió en las viviendas de los ciudadanos Reynaldo Ramírez Buitrón (55 años), Presidente del Consejo de Administración de Parcco Alto y Donato Ramírez Rivera (84 años), en el entendido de que allí iban a encontrar a miembros del PCP-SL. Sin embargo, solo hallaron a Reynaldo Ramírez Buitrón, de 55 años, Donato Ramírez Rivera, de 84 años, Hilda Buitrón Gutiérrez, de 84 años, Eugenia Ramírez Castillo, de 12 años, y Mario Ramírez Castillo de 8 años de edad, a quienes victimaron sin mediar explicaciones.
Los cuerpos de las víctimas fueron llevados –por los efectivos militares– a la plaza de Parcco Alto en mantas y ponchos que encontraron en las casas de los comuneros. Allí fueron tendidos. En tanto, Retamal Guerra ordenó al personal de su patrulla que ejecute a los comuneros de Pomatambo, los que permanecían detenidos en el local municipal. Los soldados cumplieron con la orden utilizando armas de fuego y otros elementos contundentes.
Los cuerpos de las víctimas fueron retirados del cabildo y colocados frente a la Iglesia, empleando ponchos, colchas y frazadas tomados de las casas de los lugareños. Según versión del Teniente PIP Roberto Espinoza, habría reconocido entre los muertos al “camarada Capristán”, un senderista que, de acuerdo a la versión de Severino Quispe, iba a ser el anfitrión de Bellido Huaytalla en Parcco Alto.
Los militares llevaron los restos mortales de los 13 comuneros a la zona conocida como “Capillapampa” o “Almidonpampa”, ubicada a unos 200 metros de la plaza de Parcco Alto. En ese lugar, arribó, a las 2 de la tarde, el Teniente Coronel Bardales Angulo portando víveres y municiones para los militares. Tras un breve diálogo con Retamal Guerra ordenó que el cuerpo de Claudio Bellido sea introducido en el helicóptero y que los cadáveres de las 12 víctimas restantes sean incinerados. Acto seguido, se retiró, acompañado por el Teniente PIP Espinoza Batistini. Cumpliendo lo dispuesto por su superior, Retamal Guerra dispuso que los efectivos militares se organizaran en 4 grupos y procedieran a quemar los cuerpos. La incineración se prolongó hasta las 6 de la tarde, sin embargo, al ver que los restos no desaparecían, los soldados los destruyeron con piedras. Lo que quedó, fue recogido y colocado en ponchos que obligaron a cargar al campesino Máximo Chávez, quien había sido detenido por los militares antes de la llegada del helicóptero y había estado presente, con los ojos vendados, durante la incineración.